El 16 de junio de 2024, el Cardenal Luis Antonio G. Tagle, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, confirmó a Don Alessandro como Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en Lituania por otro mandato de cinco años (2024-2029). Don Alessandro, salesiano de Turín, trabaja como misionero en Lituania desde 1998. Actualmente es director de la comunidad salesiana de Vilna, párroco de la parroquia confiada a los salesianos y redactor del Boletín Salesiano Lituano.
Fue nombrado director nacional de las OMP en 2019 a propuesta de la Conferencia Episcopal Lituana, y su cargo se puede resumir como el comisario nacional de animación misionera de la Iglesia de Lituania, especialmente con una mirada especial hacia las misiones directamente dependientes de las Organizaciones Pontificias.
¿Qué son las Obras Misionales Pontificias?
Las Obras Misionales Pontificias (OMP) son una red mundial de oración y solidaridad al servicio del Papa para atender las necesidades espirituales y materiales de los pueblos y de las Iglesias locales en los llamados territorios de misión. Son una organización de la Iglesia católica universal que promueve y apoya las actividades misioneras en todo el mundo. Su misión principal es difundir el Evangelio y apoyar a las comunidades cristianas en los países en vías de desarrollo. En cada país del mundo existe una dirección nacional del POM que, a través de los diversos directores diocesanos o de los responsables nacionales de las congregaciones religiosas o de los movimientos eclesiales, coordina las iniciativas de ese país para el crecimiento de la atención misionera.
Veamos en detalle la historia, la motivación teológica y eclesial de estas 4 Obras y su especificidad.
1. Obra de la Propagación de la Fe: fundada en 1822 en Lyon, Francia, por la Beata Paulina Jaricot. Su objetivo es proporcionar apoyo financiero y espiritual a las misiones católicas en todo el mundo. Fue reconocida como “Pontificia” por el Papa Pío XI en 1922.
2. Obra de la Infancia Misionera (también conocida como Santa Infancia): fundada en 1843 por Charles de Forbin-Janson, obispo de Nancy, Francia. Su objetivo es sensibilizar a los niños de los países cristianos a la causa misionera y promover la solidaridad entre los niños de todo el mundo. También fue reconocida como “Pontificia” por el Papa Pío XI en 1922.
3. Obra de San Pedro Apóstol: fundada en 1889 por Jeanne Bigard y su madre Stéphanie en Caen, Francia. Su objetivo es apoyar la formación del clero local en los territorios de misión. Concede becas al clero y a los sacerdotes de los países de misión, tanto a nivel local como en el extranjero. Declarada “Pontificia” en 1922 por el Papa Pío XI.
4. Unión Misionera del Clero: fundada en 1916 por el padre Paolo Manna, misionero del PIME (Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras). Promueve la conciencia misionera entre el clero y los agentes de pastoral. No es sólo para el clero, sino para la toma de conciencia de todo el pueblo de Dios como poseedor del mandato misionero universal. Se convirtió en obra pontificia en 1956, bajo el pontificado de Pío XII.
Motivación teológica y eclesial
El POM tiene sus raíces en la misión evangelizadora de la Iglesia, que tiene su origen en el mandato de Cristo a sus discípulos: “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes” (Mateo 28:19). Por tanto, la misión se concibe como una respuesta a la invitación divina de compartir la Buena Nueva con todas las naciones.
El corazón de la misión es el anuncio de la salvación en Jesucristo, la proclamación del Reino de Dios y el testimonio de la fe cristiana.
Por otra parte, el anuncio no apoyado en la solidaridad no sería muy creíble. Los POM expresan la solidaridad de la Iglesia universal con las Iglesias jóvenes, especialmente en los países más pobres, a través de la ayuda espiritual y material.
Desde el punto de vista eclesial, los POM son una expresión concreta de la cooperación misionera en el seno de la Iglesia universal. Prestan apoyo a las Iglesias locales en los territorios de misión, ayudándolas a desarrollar estructuras eclesiales y a formar al clero y a los laicos. También promueven la conciencia misionera entre los fieles, estimulando la oración, la vocación misionera y el apoyo económico a las misiones. Facilitan la cooperación internacional dentro de la Iglesia, permitiendo una distribución equitativa de los recursos para las necesidades de la misión.
Las Obras Misionales Pontificias son un componente vital de la Iglesia Católica, encarnando un compromiso con la evangelización y la solidaridad global. Su historia refleja una continua y creciente atención hacia las misiones, mientras que su motivación teológica y eclesial resalta la importancia del mandato misionero en el contexto de la fe cristiana.
También nosotros, Salesianos, estamos llamados a formar parte de este camino misionero eclesial de cercanía y solidaridad espiritual y material.
Encuentro Misionero Universal
Desde 1926, la Jornada Misionera Mundial se celebra el penúltimo domingo de octubre en todas las comunidades católicas del mundo, como día de oración y solidaridad universal entre las Iglesias hermanas. Es un momento en el que cada uno de nosotros está llamado a afrontar la responsabilidad que incumbe a cada bautizado y a cada comunidad cristiana, pequeña o grande, en respuesta al mandato de Jesús: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura” (Mc 16,15). Se sitúa al comienzo del año pastoral para recordarnos que la dimensión misionera debe inspirar cada momento de nuestra vida y que “la acción misionera -nos recuerda el Papa Francisco- es el paradigma de toda obra de la Iglesia” (EG 15).
La Jornada está asociada a una colecta anual de ofrendas con las que las Obras Misionales Pontificias, expresión de la solicitud del Papa hacia todas las comunidades cristianas del mundo, acuden en ayuda de las jóvenes Iglesias misioneras, especialmente de las que se encuentran en situaciones difíciles y de mayor necesidad, proveyendo a sus necesidades pastorales básicas: formación de seminaristas locales, sacerdotes, religiosos, catequistas; construcción y mantenimiento de lugares de culto, seminarios y estructuras parroquiales; apoyo a la TV, Radio y Prensa católicas locales; dotación de medios de transporte para los misioneros (coches, motos, bicicletas, barcos); apoyo a la educación, crianza y formación cristiana de niños y jóvenes. Por esta razón, esta colecta de ofrendas difiere de otras finalidades, así como de otras posibles formas de cooperación entre Iglesias particulares.
Tema de la Jornada Misionera Mundial 2024
Cada año, el Santo Padre envía un mensaje a toda la Iglesia con ocasión de la Jornada Mundial de las Misiones. En este mensaje se presta especial atención a las actividades del PMA al servicio de toda la Iglesia. Este 2024, el tema de la Jornada Mundial de las Misiones es “Id e invitad a todos al banquete”, inspirado en Mt 22,9. Este tema ha sido elegido para subrayar la misión de la Iglesia de llevar la invitación a la salvación a toda la humanidad, reflejando la parábola de las bodas en la que el rey invita a todos los que se encuentran en la encrucijada a participar en el banquete.
El Papa Francisco destaca tres aspectos clave:
1. “¡Id e invitad!” La misión como una incansable salida hacia todos para invitarles al encuentro y a la comunión con Dios. Esto llama a la Iglesia a estar siempre en salida, superando obstáculos y dificultades para llevar el Evangelio a todos.
2. El “Banquete”. La perspectiva escatológica y eucarística de la misión. El banquete escatológico simboliza la salvación final en el Reino de Dios, y la participación en la Eucaristía anticipa esta comunión perfecta con Dios.
3. “Todos”. La misión universal de los discípulos de Cristo, que deben ir a los márgenes de la sociedad para invitar a todos, sin exclusión, a participar en la vida nueva en Cristo.
Don Alessandro BARELLI, sdb
Un salesiano, Director de las Obras Misionales Pontificias en Lituania
🕙: 5 min.