La Asociación de María Auxiliadora (ADMA) fue fundada el 18 de abril de 1869 por Don Bosco, como segundo grupo de su obra, después de los Salesianos, con el objetivo de “promover las glorias de la divina Madre del Salvador, para merecer su protección en la vida y particularmente en el momento de la muerte”.
La Pía Asociación de María Auxiliadora se fundó tras la inauguración de la Basílica dedicada a la Santísima Virgen, que tuvo lugar el 9 de junio de 1868 en Turín. Con la construcción de la Basílica, Don Bosco vio con sus propios ojos la realización del famoso sueño de 1844, en el que la Virgen María, a semejanza de una pastora, le hizo ver “una estupenda y alta Iglesia” en cuyo interior había “una banda blanca, en la que en grandes letras estaba escrito: HIC DOMUS MEA, INDE GLORIA MEA”. Muchas personas, especialmente del pueblo, habían contribuido con ofrendas a la construcción del Santuario en señal de gratitud por las gracias recibidas de María Auxiliadora. Los fieles habían hecho “repetidas peticiones para que se iniciara una piadosa Asociación de devotos que, unidos en un mismo espíritu de oración y piedad, rindieran homenaje a la gran Madre del Salvador, invocada bajo el título de Auxilio de los Cristianos”. Esta petición popular – realizada a pesar de que en Turín existía una antigua (siglo XII) y fuerte devoción a Nuestra Señora bajo el título de la Consolata- indica que la iniciativa vino de arriba.
Así se comprende también el motivo de la solicitud de aprobación de la Asociación hecha por el propio Don Bosco: “El suscripto expone humildemente a V. E. que con el único deseo de promover la gloria de Dios y el bien de las almas tendría en su ánimo que en la iglesia de María Auxiliadora, hace un año consagrada por V. E. al Culto divino, se iniciara una piadosa unión de fieles bajo el nombre de Asociación de los Devotos de María Auxiliadora: el objetivo principal sería promover la veneración del Santísimo Sacramento y la devoción a María Auxilium Christianorum:un título que parece ser del agrado de la Augusta Reina del Cielo”. Su petición no sólo fue aceptada, sino que en menos de un año desde su fundación (febrero de 1870) la Pía Asociación de María Auxiliadora se convirtió en Archicofradía.
El nombre “ADMA” que Don Bosco dio a esta asociación, significaba la Asociación de los Devotos de María Auxiliadora, donde la palabra “devotos” refleja lo que San Francisco de Sales enseñó: “La devoción no es otra cosa que una agilidad y vivacidad espiritual, con la que la caridad realiza sus operaciones en nosotros, y nosotros operamos a través de ella, pronta y afectuosamente”. Esta devoción se especifica aún más: “Don Bosco, consciente de nuestras dificultades y fragilidad, dio un paso más, aún más hermoso: no somos devotos en general, sino devotos de María Auxiliadora”. En su experiencia, el don del amor que une al Padre y al Hijo (la gracia) y que impulsa a la acción (la caridad), pasa explícitamente, casi sensiblemente, por la mediación maternal de María”, como señala el sucesor de Don Bosco, el P. Ángel Fernández Artime.
Don Bosco fundó ADMA para compartir la gracia y difundir y defender la fe del pueblo, irradiando en el mundo la veneración a Jesús Eucaristía y la devoción a la Virgen Auxiliadora, dos pilares de nuestra fe. Esta semilla sembrada por el santo se ha extendido hoy a 50 países de todo el mundo, con unos 800 grupos adscritos a ADMA Primaria de Turín.
Hoy en ADMA, en la escuela de Don Bosco, se siguen caminos de oración, apostolado y servicio, según un estilo familiar. Se vive y se difunde la devoción a la Eucaristía y a María Auxiliadora, valorando la participación en la vida litúrgica y la reconciliación. La formación cristiana se orienta a imitar a María en la vivencia de la “espiritualidad de la vida cotidiana”, buscando cultivar un ambiente cristiano de acogida y solidaridad en la familia y en los propios lugares de vida.
Con ocasión del 150 aniversario de la fundación de ADMA, el sucesor de Don Bosco, en su carta “¡Confía, confía, sonríe!”, dejó a la Asociación algunas instrucciones. La invitación es a dejarse guiar por el Espíritu Santo para un renovado impulso evangelizador, anclado en los dos pilares, la Eucaristía y la devoción a María Auxiliadora, con algunos énfasis:
– vivir un camino de santidad en la familia, dando testimonio principalmente a través de la perseverancia en el amor entre los esposos, entre padres e hijos, entre hermanos y hermanas, entre jóvenes y ancianos;
– llevar a la Virgen al hogar, imitando a María en todo lo que se pueda;
– ofrecer un itinerario de santificación y apostolado, sencillo y accesible a todos;
– participar en la Eucaristía, sin la cual no hay camino de santidad;
– confiarnos a María, convencidos de que nos llevará “de la mano” para conducirnos al encuentro con su Hijo Jesús.
Los momentos privilegiados para vivir y difundir la dimensión popular de la devoción a María Auxiliadora, y para pedir gracias, son las prácticas de piedad: la conmemoración del 24 de cada mes, el rosario, la novena de preparación a la fiesta de María Auxiliadora, la bendición de María Auxiliadora, las peregrinaciones a los santuarios marianos, las procesiones, la colaboración en la vida parroquial.
Los miembros de ADMA forman parte del gran árbol de la Familia Salesiana, un movimiento de personas promovido por Don Bosco, bajo la guía de María Auxiliadora, para la misión juvenil y popular: “Debemos unirnos -escribió en 1878- entre nosotros y todos con la Congregación… apuntando al mismo objetivo y utilizando los mismos medios… como en una sola familia con los lazos de la caridad fraterna que nos impulsa a ayudarnos y apoyarnos mutuamente en beneficio del prójimo”. En la Familia Salesiana, ADMA conserva la tarea de subrayar la particular devoción eucarística y mariana vivida y difundida por San Juan Bosco, devoción que expresa el elemento fundador del carisma salesiano. En esta perspectiva, entre otras cosas, ADMA promueve para toda la Familia Salesiana el Congreso Internacional de María Auxiliadora, cuya próxima edición se celebrará en Fátima del 29 de agosto al 1 de septiembre de 2024. El título elegido para este evento será “Yo te daré la maestra”, en recuerdo del sueño de nueve años de Don Bosco, del que se celebrará el 200 aniversario.
Para conocer mejor a ADMA, además de la página web admadonbosco.org, también se puede seguir su hoja mensual de formación y comunión “ADMA en línea ” y su serie de libros “Cuadernos de María Auxiliadora”, ambos en el mismo sitio. También puedes seguirlos en los canales de las redes sociales Facebook y Youtube, y un folleto puede descargarse desde AQUÍ.