Cooperación entre laicos y religiosos para la educación de la juventud de Camboya.
Camboya es un país del sudeste asiático con más de un 90% de población budista y una pequeñísima minoría cristiana.
La presencia de los Salesianos de Don Bosco en Camboya se remonta a 1991, cuando los Salesianos llegaron de Tailandia, donde se ocupaban de la educación técnica de los refugiados de guerra a lo largo de la frontera entre los dos países, bajo la dirección del coadjutor salesiano Roberto Panetto y de antiguos alumnos salesianos de Bangkok.
Tras formar a unos 3.000 jóvenes, estos últimos, que estaban a punto de ser repatriados a Camboya, pidieron a los salesianos que les acompañaran. Los salesianos no dejaron que esa invitación cayera en saco roto, pues se dieron cuenta de que era allí donde Dios les quería en ese momento, esos eran los jóvenes a los que Don Bosco estaba llamando. Los retos eran y son muchos, en un entorno cultural no cristiano y en una sociedad muy pobre.
El 24 de mayo de 1991, fiesta de María Auxiliadora, comenzó la presencia salesiana en Camboya, con un orfanato y la escuela técnica Don Bosco en Phnom Penh, inaugurada oficialmente en la fiesta de Don Bosco, el 31 de enero de 1994. En 1992, las Hijas de María Auxiliadora también llegaron al país y su labor ofrece esperanza a muchas niñas pobres y abandonadas en un país donde más de la mitad de la población total es femenina y donde las mujeres son víctimas de la violencia, los abusos y el tráfico de seres humanos.
Los salesianos han creado institutos técnicos y escuelas en cinco provincias del país: Phnom Penh, Kep, Sihanoukville, Battambang y Poipet. La ingente labor educativo-pastoral sólo es posible gracias a la inestimable contribución de los laicos. Casi todo el personal implicado en las estructuras salesianas son antiguos alumnos que se comprometen continuamente a dar lo mejor a los estudiantes en formación. Se trata de una aplicación concreta de la corresponsabilidad y de las múltiples invitaciones a compartir la misión.
Los Salesianos han creado una ONG en Camboya sin afiliación religiosa. Comúnmente conocidos como los padres, hermanos y hermanas de Don Bosco, son queridos y respetados por todos. Existe un gran amor y colaboración entre los Salesianos y los alumnos de Camboya, lo que contribuye a la popularidad y a la tasa de colocación del 100% de los alumnos en los últimos diez años, como nos cuenta el padre Arun Charles, misionero indio en Camboya desde 2010, recientemente nombrado coordinador de la animación misionera en la región de Asia Oriental-Oceanía. Los salesianos animan a los menores a completar el ciclo de educación primaria, a través de proyectos de apoyo a la infancia, la construcción de edificios escolares de primaria en los pueblos pobres y la gestión de algunos centros de alfabetización. En Battambang, las fábricas de ladrillos retienen a los niños para que hacerlos trabajar como peones, allí la educación salesiana pretende ofrecer una alternativa y la esperanza de un futuro diferente.
Una de las especialidades de la misión salesiana en Camboya es la escuela de hostelería, que imparte enseñanza en hostelería, cocina y gestión hotelera, disponiendo de un hotel completo para que los alumnos adquieran experiencia práctica en su campo, además de talleres y ejercicios.
Ha quedado en la memoria la visita del Rector Mayor Don Juan Edmundo Vecchi en 1997, un momento de estímulo muy importante, centrado en la exhortación a construir una comunidad educativa pastoral y a poner en práctica el Sistema Preventivo de Don Bosco.
La mirada misionera de Don Bosco sigue viva a casi 10.000 km de Valdocco, siempre con y para los jóvenes, en las presencias salesianas de Phnom Penh, Poipet y Sihanoukville.
Marco Fulgaro
