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El domingo 16 de febrero de 2025, en Valdocco, Turín, comenzará el vigésimo noveno Capítulo General de la Congregación Salesiana. Este evento es el principal signo de unidad de la Congregación en su diversidad. Hablamos con el Padre Alphonse Owoudou, Consejero Regional para África-Madagascar y Regulador del Capítulo.


¿Puede presentarse?
Me llamo Alphonse Owoudou, Salesiano de Don Bosco, originario de Camerún (Viceprovincia ATE) en África. En abril de 2025 celebraré mis 56 años. Actualmente soy Consejero Regional para África-Madagascar. Antes de asumir este rol dentro del Consejo General, fui Superior de la Viceprovincia ATE, África Tropical Ecuatorial.

Mi trayectoria me llevó primero a Gabón como joven sacerdote y capellán diocesano de jóvenes. Posteriormente, continué mis estudios de psicología en la Universidad Pontificia Salesiana (UPS). Luego llegué a Lomé, en Togo, donde había realizado mi noviciado y mi postnoviciado; regresé después de 12 años como miembro del equipo de formación. Luego asumí la responsabilidad del actual Instituto Superior Don Bosco.

En 2015, regresé a ATE para formar parte del equipo de animación provincial. Feliz de reencontrar a mis hermanos y mi país después de 20 años, serví inicialmente como Vicario Provincial desde 2015 hasta 2017, antes de ser nombrado Provincial en junio de 2017. Este período me permitió descubrir mi provincia, sus obras y la gran comunidad educativa y pastoral en un territorio de seis naciones, reducido posteriormente a cinco con el nacimiento de la ACC.

Desde el CG28 en 2020, tengo el inmenso privilegio de servir como Consejero Regional, asegurando el vínculo entre los 15 Provinciales de África-Madagascar y el Consejo General, de acuerdo con el artículo 140 de nuestras Constituciones. Esta misión me ha permitido descubrir y comprender mejor la riqueza, la complejidad y la belleza de África salesiana, una región llena de historia, promesas, desafíos y recursos.

¿Cuál es la tarea del Regulador?
En el contexto del Capítulo General, el rol del Regulador es principalmente garantizar la coordinación técnica y la regularidad de los procesos antes y durante el Capítulo. Preside la Comisión Técnica, encargada de elaborar el calendario de trabajos, el documento de trabajo preparado por la Comisión Precapitular, así como las recomendaciones del Rector Mayor o del Vicario para el buen desarrollo de los Capítulos Provinciales y las reglas electorales.

Asistido por su secretaría y el Secretario General, el Regulador también se ocupa de la validación de los delegados elegidos verificando los números de cada provincia, garantizando así la legitimidad de su participación en el Capítulo General. Envía a los Provinciales los formularios necesarios para las actas y los modelos para las contribuciones provenientes de los Capítulos Provinciales, de grupos de hermanos y de miembros individuales. Una vez recogidas estas contribuciones, las ordena, clasifica y prepara. Introduce a los miembros de la Comisión Precapitular en el tema central del Capítulo General para elaborar juntos el documento que servirá de base para las reflexiones y debates durante las sesiones del Capítulo.

El Capítulo General a menudo se define como “el signo principal de la unidad de la Congregación en su diversidad”. Es en este espíritu que el Regulador debe orientar y facilitar los intercambios para que esta unidad se manifieste plenamente, gracias a una preparación cuidadosa y a discusiones bien estructuradas.

¿Por qué es tan importante el Capítulo para la vida de la Congregación?
El Capítulo General es crucial para la vida de la Congregación porque representa “el signo principal de la unidad de la Congregación en su diversidad”. Es un momento en el que los Salesianos se reúnen para reflexionar juntos sobre cómo permanecer fieles al Evangelio, al carisma de Don Bosco y a las necesidades de las épocas y lugares en los que ejercen su misión. Guiados por el Espíritu Santo, los Salesianos disciernen la voluntad de Dios para servir mejor a la Iglesia y a la juventud en un momento preciso de la historia.

Además de esta dimensión espiritual y de reflexión sobre la misión, el Capítulo General juega un papel central en el gobierno de la Congregación. Es durante el Capítulo que se llevan a cabo las elecciones o reelecciones del Rector Mayor, de su Vicario y de los demás miembros del Consejo General. Este proceso electoral permite a la Congregación elegir a los responsables que guiarán la misión salesiana en los próximos años. Estas elecciones son fundamentales porque aseguran no solo la continuidad, sino también la vitalidad y la adaptación de la Congregación a los desafíos actuales.

El Capítulo también es la ocasión para revisar y adaptar la misión salesiana a los tiempos presentes. Por ejemplo, durante el 29° Capítulo General, uno de los temas centrales es el «debilitamiento de la identidad carismática» percibido dentro de la Congregación, y se prevén discusiones para responder a esta preocupación. Además, se abordarán también cuestiones jurídicas que quedaron pendientes del Capítulo anterior.

En resumen, el Capítulo General es un tiempo de discernimiento, decisión y renovación, que permite a la Congregación responder mejor a las necesidades del mundo de hoy, eligiendo al mismo tiempo a los responsables que guiarán esta misión en unidad y fidelidad a Don Bosco.

¿Cuál es el tema del Capítulo?
El tema central del 29° Capítulo General es “Apasionados de Jesucristo, dedicados a los jóvenes”, con el subtítulo “Vivir nuestra vocación salesiana de manera fiel y profética”. Este tema nos invita a volver a la esencia de nuestra identidad consagrada, centrada en Cristo y en los jóvenes. Se trata de un llamado a renovar el corazón mismo de la vocación salesiana, a reavivar el ardor espiritual y apostólico que debe animar a cada Salesiano.

Concretamente, esto significa profundizar nuestra vida espiritual, dedicarnos más a la oración y a la contemplación, manteniéndonos firmemente comprometidos con los jóvenes, especialmente los más pobres y marginados. El Capítulo nos invita a ser no solo educadores y pastores, sino también testigos proféticos del Evangelio en un mundo en cambio. En otras palabras, no basta con realizar obras; es necesario que estas obras reflejen profundamente nuestra pasión por Cristo y nuestro compromiso hacia los jóvenes.

El tema también pone de relieve tres grandes prioridades para la renovación: la vida espiritual y la formación, una colaboración aumentada con los laicos y los miembros de la Familia Salesiana, y finalmente, una revisión valiente de las estructuras de gobierno de la Congregación para adaptarlas a las necesidades actuales de la misión.

¿Quiénes son los participantes?
El 29° Capítulo General reúne un total de 226 capitulares y un equipo de 45 hermanos y colaboradores encargados de la logística y otros servicios. Concretamente, se trata de:

14 miembros del Consejo General, incluido el Secretario General;
el Procurador General y el Rector Mayor Emérito;
2 capitulares de la Casa General (RMG);
2 de la Universidad Pontificia Salesiana (UPS);
22 de la Región Cono Sur;
27 de Inter-América;
27 de Asia Este Oceanía;
29 de la Región Mediterránea;
32 de la Región África;
33 de Asia Sur;
y, 36 los más numerosos, de Europa Centro-Norte.
Estos capitulares llegan al Capítulo General portadores del discernimiento y la esperanza de los 13,544 Salesianos registrados en este importante encuentro. Durante el CG29, el 93% de la asamblea estará constituido por clérigos y el 7% por hermanos coadjutores.

¿Cuáles son sus preocupaciones?
Me siento en general sereno, sobre todo después de todo el recorrido “sinodal” que acabamos de atravesar desde aquel famoso mes de julio de 2023, con una resiliencia que admiro.

Hemos trabajado intensamente en las 92 provincias y en las 7 regiones, así como dentro del Consejo General. Además, la Comisión Técnica, la Comisión Jurídica y la Comisión Precapitular han trabajado con un gran sentido de sacrificio y una flexibilidad admirable para preparar esta importante y quizás única encrucijada. Estoy convencido de que Dios nos ayudará a enfrentar los desafíos de este Capítulo que el Rector Mayor emérito, card. Àngel Fernández Artime, ha querido profético y portador de renovación.

Dicho esto, mis “preocupaciones” se alinean naturalmente con las de todos mis hermanos, cuyas reflexiones han sido sintetizadas en el Instrumentum Laboris, derivado de 244 documentos recibidos. Entre las principales, está la cuestión de la identidad carismática. Muchos expresan el miedo de que nuestro carisma salesiano pierda gradualmente su especificidad y que corremos el riesgo de convertirnos en una organización social cualquiera. Esto podría debilitar la eficacia de nuestra misión, ya que lo que nos hace únicos es precisamente nuestra capacidad de unir acción social y testimonio espiritual arraigado en la fe. Es por eso que la primera frase de las Constituciones, como un credo, nos dice que somos una invención de Dios para su gloria y para la salvación total de sus hijos.

También hay preocupación por la creciente secularización y la descristianización de nuestras sociedades, no solo en Occidente. Esta realidad hace más difícil para nosotros, Salesianos—y apuesto a que es lo mismo para todos los consagrados y confesiones religiosas—proclamar y vivir abiertamente la fe en la esfera pública. Estos desafíos requieren un ajuste de nuestra visión y de nuestros métodos pastorales, en particular en el acompañamiento de los jóvenes hermanos y de las nuevas generaciones.

Otro tema importante es el de la ecología integral y la cultura digital. El Capítulo subrayará sin duda la necesidad para nosotros, como han repetido los tres últimos papas desde el inicio de este milenio, de adaptarnos al mundo digital en el que viven los jóvenes hoy, integrando una mayor atención al medio ambiente, nuestra «casa común», en todos los aspectos de nuestra misión.

Finalmente, hay una urgencia de renovación en nuestra vida espiritual, fraterna y apostólica. Es importante no dejarnos absorber exclusivamente por las actividades prácticas, sino recuperar una vitalidad espiritual en el centro de nuestra acción. Esto pasa por una oración más intensa, una formación más sólida e inculturada, y una mejor colaboración dentro de la Familia Salesiana y con los laicos, que están llamados a desempeñar un papel importante en nuestra misión. Este llamado a la colaboración no es nuevo, pero el contexto del sínodo sobre la sinodalidad aporta un aliento más potente y mejor articulado.

¿Habrá sorpresas?
Podría haber sorpresas durante este 29° Capítulo General, debido a la amplitud de su agenda y al deseo expresado de tomar “decisiones valientes” y adoptar una postura “más profética”. Es en cualquier caso lo que muchos de nosotros esperamos.

Entre estas sorpresas, uno de los aspectos clave podría referirse a la revisión de las estructuras de gobierno y de animación. El Capítulo podría optar por repensar significativamente el Consejo General, haciéndolo más ágil y mejor adaptado a las necesidades actuales de la Congregación. Repensar también puede significar mantener la estructura existente, pero vivirla y gestionarla mejor. Esto podría incluir también una reevaluación de los procesos electorales para garantizar que los líderes elegidos sean el fruto de un proceso más colegiado, lineal y transparente.

Otro punto potencialmente significativo se refiere a la sinodalidad, en particular en una colaboración más estrecha con los laicos. Esto podría traducirse en una gobernanza compartida más profunda, en línea con el enfoque «con y para los jóvenes». Al fortalecer esta sinodalidad, la misión salesiana podría no solo renovar su compromiso hacia los jóvenes, sino también convertirse verdaderamente en profética encarnando un modelo de liderazgo participativo y de corresponsabilidad con los laicos. Esto sería un signo fuerte de que el espíritu de comunión y colaboración está en el centro de nuestro carisma.

Además, como ya subraya el Instrumentum Laboris, hay grandes expectativas de que este Capítulo sea un momento de coraje y profecía. Es probable que el CG29, en lugar de multiplicar las exhortaciones, decida centrarse en algunas prioridades clave, de acuerdo con los signos de los tiempos. Entre estas prioridades, podría haber una atención particular a la implementación y el fortalecimiento del protocolo de protección de menores y personas vulnerables, garantizando que cada obra salesiana sea un lugar seguro y protegido para todos. La educación para la paz y la convivencia pacífica también podría figurar entre los temas centrales, especialmente en contextos marcados por la violencia o los conflictos.

Finalmente, las cuestiones contemporáneas como la misión digital, la ecología integral y la justicia social podrían ser objeto de decisiones audaces, teniendo en cuenta la diversidad de los contextos en los que el carisma salesiano debe expresarse hoy. Al centrarse en áreas concretas, el Capítulo podría proporcionar respuestas profundas y coherentes a los desafíos actuales, respetando al mismo tiempo la riqueza de las diversas realidades locales.

Así, las decisiones tomadas podrían reflejar esta dinámica sinodal y profética, centrada en Cristo y en el servicio de los jóvenes, abriendo el camino a un futuro salesiano renovado y fiel a su compromiso evangélico.


En síntesis:

Contexto
El 29° Capítulo General de la Congregación Salesiana se llevará a cabo en Valdocco, Turín, entre el 16 de febrero y el 12 de marzo de 2025 y reunirá a 226 capitulares para reflexionar sobre el futuro de la misión salesiana.

Rol del Regulador
– coordinación técnica: elaborar el calendario, organizar los trabajos y preparar los documentos base;
– validación de los participantes: verificar la elegibilidad de los delegados, garantizar su legitimidad y recoger sus contribuciones;
– preparación temática: introducir a los miembros de la Comisión Precapitular en el tema principal del Capítulo para elaborar un documento de trabajo que guiará los debates;
– garantizar que los intercambios reflejen plenamente la unidad y la diversidad de la Congregación, fomentando una reflexión colectiva y un discernimiento espiritual.

Importancia del Capítulo
– dimensión espiritual: reflexionar sobre la fidelidad al carisma de Don Bosco, para renovar el ardor misionero;
– dimensión de gobernanza: elegir a los dirigentes para los años venideros;
– dimensión adaptativa: responder a los desafíos contemporáneos, como el debilitamiento de la identidad carismática o la creciente secularización.

Tema
Central: “Apasionados de Jesucristo, dedicados a los jóvenes – Vivir nuestra vocación salesiana de manera fiel y profética”.
Núcleos temáticos:
– vida espiritual y formación: fortalecer la oración, la contemplación y la formación espiritual;
– colaboración con los laicos: fomentar un liderazgo compartido con los miembros de la Familia Salesiana;
– revisión de las estructuras de gobernanza: adaptar las estructuras a las realidades actuales para una misión más efectiva.

Desafíos y problemas
– identidad carismática: reafirmar la especificidad salesiana para evitar convertirnos en una organización social ordinaria;
– secularización: adaptar los métodos pastorales para una proclamación efectiva de la fe;
– digital y ecología: integrar las cuestiones digitales y ambientales en la misión;
– renovación espiritual y colaboración: intensificar la oración y fortalecer la cooperación con los laicos y los jóvenes.