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Situada en la cima más alto de la sierra de Collserola que ofrece una hermosa vista de Barcelona, la Casa Salesiana Tibidabo tiene una historia especial, vinculada a la visita de Don Bosco a España en 1886.

El nombre de la colina, “Tibidabo”, deriva del latín “Tibidabo”, que significa “te daré”, y se deriva de unos versículos de la Sagrada Escritura: “… et dixit illi haec tibi omnia dabo si cadens adoraveris me”, ‘… y le dijo: Todo esto te daré si te arrojas a mis pies y me adoras” (Mateo 4, 9). Esta frase la pronuncia el tentador a Jesús desde una gran altura, mostrándole los reinos de la tierra, intentando tentarlo con las riquezas de este mundo.

El antiguo nombre de la colina de Barcelona era Puig de l’Àliga (Colina del Águila). El nuevo nombre “Tibidabo”, al igual que otros nombres bíblicos (Valle de Hebrón, Monte Carmelo, etc.), se lo dieron algunos religiosos que vivían en la zona. La elección de este nuevo nombre se debió a la majestuosa vista que ofrece sobre la ciudad de Barcelona, desde una altura que da la sensación de dominarlo todo.

Durante su viaje a España, la tarde del 5 de mayo de 1886, Don Bosco se dirigió a la basílica de Nuestra Señora de la Misericordia, patrona de la ciudad de Barcelona, para agradecerle los favores recibidos durante su visita a la ciudad y por la obra salesiana que había iniciado en Sarrià. Allí, unos señores de las Conferencias de San Vicente de Paúl se acercaron a él, le cedieron la propiedad de un terreno en lo alto del Tibidabo y le pidieron que construyera allí un santuario al Sagrado Corazón de Jesús. Le pedían este favor “para mantener firme e indestructible la religión que usted nos ha predicado con tanto celo y ejemplo y que es la herencia de nuestros padres”.

La reacción de Don Bosco fue espontánea: “Estoy desconcertado por esta nueva e inesperada prueba de vuestra religiosidad y piedad. Gracias por esto; pero sabed que, en este momento, sois un instrumento de la divina Providencia. Cuando salía de Turín para venir a España, pensé: ahora que la iglesia del Sagrado Corazón de Roma está casi terminada, debemos estudiar cómo promover cada vez más la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Y una voz interior me aseguró que encontraría los medios para realizar mi deseo. Esta voz me repetía: Tibidabo, tibidabo (te daré, te daré). Sí, señores, ustedes son los instrumentos de la Divina Providencia. Con vuestra ayuda, pronto se construirá en esta montaña un santuario dedicado al Sagrado Corazón de Jesús; allí todos tendrán el consuelo de acercarse a los santos sacramentos, y vuestra caridad y vuestra fe, de las que me habéis dado tantas y tan bellas pruebas, serán siempre recordadas” (MB XVIII,114).

El 3 de julio del mismo año, 1886, la ya Venerable Dorotea de Chopitea, promotora de la obra salesiana en Barcelona y facilitadora de la visita de Don Bosco a la ciudad, financió la construcción de una pequeña capilla dedicada al Sagrado Corazón en la misma colina.

El proyecto de construcción del templo sufrió importantes retrasos, debido principalmente a la aparición de un nuevo proyecto para construir un observatorio astronómico en la cima del Tibidabo, que finalmente se levantó en una colina cercana (Observatorio Fabra).

En 1902 se colocó la primera piedra de la iglesia y en 1911 se inauguró la cripta del actual santuario del Tibidabo en presencia del entonces rector mayor, el padre Paolo Albera. Pocos días después de la inauguración, ésta recibió el nombre de “Templo Expiatorio y Nacional del Sagrado Corazón de Jesús”, de acuerdo con una decisión tomada en el XXII Congreso Eucarístico Internacional, celebrado en Madrid a finales de junio de 1911. Las obras se completaron en 1961 con la erección de la estatua del Sagrado Corazón de Jesús, setenta y cinco años después de la visita de Juan Bosco a Barcelona. El 29 de octubre de 1961, la iglesia recibió el título de basílica menor, concedido por el Papa Juan XXIII.

Hoy en día, el templo sigue atrayendo a un gran número de peregrinos y visitantes de todo el mundo. Acoge cordialmente a todos los que se acercan a la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, por cualquier motivo, dándoles la oportunidad de recibir el mensaje del Evangelio y de acercarse a los sacramentos, especialmente a la Eucaristía y la Reconciliación. Es al mismo tiempo una parroquia confiada a los Salesianos, aunque cuenta con pocos feligreses permanentes.
Para quienes acuden con la intención de pasar un momento en oración, también pone a su disposición los materiales que ofrece la Red Mundial de Oración del Papa, de la que el Templo es miembro.
La adoración al Santísimo Sacramento continúa durante el día y se fomenta la práctica de la adoración nocturna.
Y a quienes deseen hacer un retiro, se les proporciona alojamiento y comida dentro de la estructura salesiana.
Una obra dedicada al Sagrado Corazón de Jesús querida por la Providencia a través de San Juan Bosco, que continúa su misión a través de la historia.

don Joan Codina i Giol, sdb
Director Tibibabo

Galería de fotos de la Casa Salesiana del Tibidabo

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Bendición de la Capilla del Sagrado Corazón, Tibidabo, 03.07.1886
Camino a la Capilla del Sagrado Corazón, Tibidabo, 1902
Templo Expiatorio del Sagrado Corazón. Cripta en 1911
Estatua del Sagrado Corazón en el Tibidabo
Cúpula del altar de la cripta del Tibidabo
Detalle de la cúpula del altar de la cripta del Tibidabo. Don Bosco recibe la propiedad