A mis hermanos salesianos SDB
A mis hermanos y hermanas de la Familia Salesiana
Mis queridos hermanos y hermanas: recibid en este día del nacimiento de nuestro Padre don Bosco mi saludo fraterno lleno de cariño y afecto. Os estoy haciendo llegar estas palabras unos pocos minutos después de haber celebrado con toda solemnidad la fiesta litúrgica del nacimiento de don Bosco en Becchi-Colle don Bosco, donde vio la luz aquel 16 de agosto de 1815. Aquel niño seda un instrumento maravilloso del Espíritu de Dios para dar vida a este gran movimiento que es la Familia de Don Bosco.
Ha sido en este mañana cuando, en la presencia del Vicario del Rector Mayor y de muchos hermanos salesianos, familia salesiana, laicos amigos de don Bosco, autoridades civiles y de servicio público y los 375 jóvenes que de todo el mundo han participado en el Sínodo de los Jóvenes, he firmado mi renuncia al servicio corno Rector Mayor, tal corno dicen las Constituciones y Reglamentos de los Salesianos de don Bosco, al ser llamado por el Santo Padre, Papa Francisco para otro servicio.
Con estas palabras quiero comunicar en todo el mundo salesiano lo acontecido, quiero expresar mi mirada de fe y de esperanza en el Señor que nos ha guiado hasta aquí, y deseo agradecer tanto bien recibido en estos diez años y medio corno Rector Mayor de la Congregación Salesiana y como Padre, en nombre de don Bosco, de toda la Familia Salesiana en el mundo.
1. Ante todo, mis queridos hermanos y hermanas, expreso ante vosotros un profundo agradecimiento a Dios por estos años en los que ha bendecido a nuestra Congregación y a la Familia Salesiana. Ciertamente en diez años se viven momentos y realidades muy diversos, máxime al tratarse de la Congregación en 136 naciones; creo poder decir que todo lo hemos afrontado con mirada de fe, con mucha esperanza y con decisión, siempre para el bien de la misión y fidelidad al carisma recibido.
2. Doy gracias al Señor porque en estos años no me ha faltado, y no nos ha faltado, esa serenidad y fuerza que viene de Él. En realidad, cuan cierto es lo que el Señor Resucitado le dice a San Pablo: «Te basta mi gracia» (2 Cor 12,9). Así he vivido y hemos vivido corno Consejo General nuestro servicio de animación y gobierno. Particularmente a los dos Consejos Generales que me han acompañado en estos diez años y medio deseo agradecer su lealtad al proyecto común, su entrega y servicio.
3. Al terminar este tiempo al frente de la Congregación Salesiana expreso de modo particular mi agradecimiento al Vicario del Rector Mayor, don Stefano Martoglio, que asume con total dedicación y generosidad su servicio al frente de la Congregación. Durante los próximos meses el trabajo y la responsabilidad serán grandes, pero su personalidad, fraternidad, capacidad y optimismo, contando con la ayuda del Consejo General, harán más fácil, guiados por el Señor, el camino que resta hasta el 29 Capítulo General.
4. Expreso mi profundo agradecimiento a todos mis hermanos salesianos en el mundo. Me he sentido siempre acogido, querido y aceptado fraternalmente, y he encontrado colaboración y generosidad. Qué cierto es el que los salesianos de don Bosco quieren y cuidan al Rector Mayor corno lo harán con don Bosco mismo, tal corno él nos pidió en su testamento espiritual. Gracias por tanta generosidad.
5. También deseo manifestar mi agradecimiento a la Familia Salesiana extendida por todo el mundo: a nuestras hermanas las Hijas de María Auxiliadora, a los Salesianos Cooperadores, a la Asociación de María Auxiliadora (ADMA) – todos ellos fundados por don Bosco -, y así hasta los 32 grupos que hoy formamos este gran árbol carismático. Han sido años de crecimiento y bendición. Un gracias a todas las personas que, desde la fe en et Señor, lo han hecho posible.
6. Y estos diez años en los que, desde et servicio de animación y gobierno he podido visitar 120 naciones en las que la Congregaci6n y la Familia Salesiana está presente, he recibido el gran regalo de encontrarme con los jóvenes del mundo, jóvenes, adolescentes, niños y niñas de cada nación. He podido ‘tocar con mi mirada, corazón’, por mí mismo, corno siguen aconteciendo cada día «milagros educativos que sanan y transforman vidas» en tantísimas presencias salesianas y de nuestra familia. Y he podido encontrarme con miles y miles de jóvenes, de todos los continentes y culturas. Ellos han sido una de mis más profundas alegrías.
7. Y me queda un último agradecimiento. En estos años también me he sentido siempre alentado y sostenido, desde et amor incondicional, por mi familia de sangre. Mis padres, hoy ya hoy en Dios, me acompañaron durante nueve años con amor sereno, con su oración y diciéndome siempre que no me preocupara por ellos. Ellos y todo el resto de mi familia han estado ahí siempre, sosteniéndome con su presencia y siendo puerto seguro al que llegar para que nunca me olvidara de mis humildes orígenes.
8. Termino refiriéndome a lo que el 25 de marzo del 2014 respondo cuando et Rector Mayor don Pascual Chavez me proponía, en nombre del 27 Capítulo General, que me había elegido en la votación, si aceptaba et servicio corno Rector Mayor. Recuerdo que en mi pobre italiano del momento dije, no sin profunda emoción, que «confiando en la Gracia del Señor y desde la fe, con la certeza de que siempre estaría sostenido por mis hermanos salesianos, y porque amo de verdad a los jóvenes, a quienes llevo en mi corazón salesiano, se aceptaba lo que se me pedía».
Hoy, en estas palabras de agradecimiento puedo deciros que todo eso que esperaba se ha ido haciendo realidad con la Gracia de Dios.
Mis últimas palabras están dirigidas a nuestro padre don Bosco y a la Auxiliadora. Sin duda que don Bosco ha velado y sostenido a su Congregación y su Familia en estos años. Y no me cabe duda de que en todo este tiempo se ha ido haciendo realidad lo que ya nos aseguró él mismo: «Ella, lo ha hecho todo». Así fue con don Bosco; así ha sido en estos años a los que me estoy refiriendo, y así seguirá siendo, sin duda. A Ella, Madre Auxiliadora nos confiamos.
De todo corazón, Gracias, y un ¡hasta siempre! de este vuestro hermano que es y siempre será salesiano de don Bosco. Con todo mi afecto,
Ángel Fernández Cardinale Artime
Prot. 24/0427
Colle Don Bosco, 16.08.2024
Añadamos también el acta de cese de funciones.
Yo, el abajo firmante, Ángel Fernández Cardenal Artime, Rector Mayor de la Sociedad de San Francisco de Sales,
– considerando que en el Consistorio del 30 de septiembre de 2023 el Santo Padre Francisco me ha creado y publicado Cardenal de la Diaconía de Santa María Auxiliadora en Via Tuscolana; que con fecha 5 de marzo de 2024 me ha asignado la sede titular de Ursona, con dignidad arzobispal, y que el 20 de abril de 2024 he recibido la Ordenación Episcopal en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma;
– considerando que el religioso elevado al Episcopado está sometido exclusivamente al Romano Pontífice (can. 705);
– teniendo en cuenta que, de conformidad con el can. 184 §1 CIC «el oficio eclesiástico se pierde por transcurso del tiempo prefijado» y que, por decreto del 19 de abril de 2024, el Santo Padre ha dispuesto «de manera excepcional y solo por este caso» la prosecución de mi servicio corno Rector Mayor, después de la ordenación episcopal, hasta el 16 de agosto de 2024,
por el presente acto
DECLARO
que, habiéndose cumplido el tiempo establecido por dicho decreto, a partir de la fecha de hoy ceso en el cargo de Rector Mayor de la Sociedad de San Francisco de Sales.
De conformidad con el art. 143 de las Constituciones, el Vicario Don Stefano Martoglio se hace cargo, ad interim, del gobierno de la Sociedad, hasta la elección del Rector Mayor que tendrá lugar durante el 29° Capitulo General convocado en Turín del 16 de febrero al 12 de abril de 2025.
Ángel Fernández Cardinale Artime
Prot. 24/0406
Roma, 16.08.2024
Comunicado del Rector Mayor al término de su mandato
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