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El cardenal Tarcisio Bertone, SDB, tuvo la oportunidad de conocer muy bien al recordado cardenal Angelo Amato, SDB. Ambos, de hecho, compartían la vocación salesiana y habían colaborado como docentes en la Pontificia Universidad Salesiana. Posteriormente, don Angelo Amato sucedió a mons. Bertone como Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cargo que ocupó desde 2002 hasta 2008.
Su Eminencia el cardenal Bertone desea ofrecer su testimonio personal sobre el cardenal Amato, que presentamos a continuación.


El Card. Angelo Amato fue uno de los Salesianos más inteligentes y versados en las ciencias humanas y eclesiásticas. Su capacidad para recibir y conectar Filosofía y Teología se manifestó especialmente en los años de su aprendizaje en el Ateneo Salesiano, formando parte de un grupo de estudiantes excepcionales que dieron prestigio a la Universidad Salesiana y que luego se destacaron no solo en la enseñanza, sino también en el servicio a la Santa Sede en los Dicasterios de la Curia Romana.
Recuerdo en particular su excepcional valentía en el estudio de la Cristología y de la Mariología; sus escritos eran muy refinados y era buscado como predicador de  Ejercicios espirituales, especialmente para las personas consagradas, sin olvidar la agudeza de sus opiniones en la promoción del Diálogo Ecuménico e Interreligioso. De hecho, fue particularmente apreciado por el entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Joseph Ratzinger, (quien luego se convirtió en Papa Benedicto XVI) y por el Pontificio Consejo para la promoción de la Unidad de los Cristianos. Por esta razón, fue enviado a Grecia a estudiar la Teología de los Padres Orientales, aprendió griego antiguo y griego moderno y publicó incluso un estudio muy estimado en la Universidad griega de Salónica sobre la concepción y la práctica del sacramento de la Penitencia entre los Padres Orientales. En ese período aprendió el arte y la espiritualidad de la “escritura” de íconos, que continuó practicando hasta el final de su vida. En Roma, se dedicó principalmente a la enseñanza en la Universidad Pontificia Salesiana, convirtiéndose en Decano de la Facultad de Teología y, en calidad de experto en Cristología y Mariología, fue nombrado Consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe y posteriormente también Secretario de la misma.
Es interesante el aporte que Don Angelo Amato dio en colaboración con el Cardenal Joseph Ratzinger a la Congregación para la Doctrina de la Fe para la redacción de la famosa declaración dogmática “Dominus Jesus” del 1 de septiembre de 2000, una declaración solicitada por el Papa Juan Pablo II y redactada por el Cardenal Ratzinger con la colaboración fina e inteligente de Don Angelo Amato. El Cardenal Ratzinger lo valoró posteriormente por los documentos y reflexiones elaborados por ese Dicasterio doctrinal de la Curia Romana. Luego, cuando el Secretario Mons. Tarcisio Bertone fue nombrado Arzobispo de Génova, se buscó un sucesor. Recuerdo muy bien las consultas del Cardenal Ratzinger y los diálogos con Su Santidad Juan Pablo II. Entre los candidatos a la sucesión destacaba el nombre de Don Angelo Amato, pero en una conversación del Cardenal Ratzinger y del que suscribe con el Papa Juan Pablo II, hice presente una peculiaridad que me parecía crear alguna dificultad, es decir, el hecho de que un salesiano sucediera en este importante cargo a otro salesiano. El Papa Juan Pablo II, dirigiéndose al Cardenal Ratzinger, preguntó: «¿Pero esto es un problema para el Cardenal Ratzinger? ¿Le gusta al Cardenal Ratzinger nombrar a otro Salesiano en el cargo de Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe?» El Cardenal Ratzinger respondió: «Preferiría a Don Angelo Amato porque me he sentido muy bien trabajando con él aquí en el Dicasterio y estamos en perfecta sintonía». Juan Pablo II respondió: «Entonces nombramos a Don Angelo Amato nuevo Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe» y así ocurrió el 19 de diciembre de 2002.
Desarrolló mucha actividad en la redacción de los documentos que caracterizaron el magisterio de este dicasterio de la curia romana presidido por el Cardenal Ratzinger y, posteriormente, el Papa Juan Pablo II decidió crearlo Cardenal y nombrarlo Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. En tal cargo, llevó a cabo una intensa actividad de promoción de la santidad en la Iglesia, de la santidad en la Vida Consagrada, Laical, Sacerdotal, y publicó entre sus volúmenes una serie de biografías de Beatos y Santos que dieron a conocer y multiplicaron la atracción de la santidad en la variedad de carismas, culturas y personas que enriquecieron la Iglesia, con muchos ejemplos beneficiosos e iniciativas provechosas. Permaneció durante 10 años, hasta 2018, como Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos y continuó su actividad de magisterio para la Iglesia al servicio de los Papas. El Papa Francisco envió un hermoso telegrama al Vicario General de la Congregación Salesiana, donde exalta precisamente la “salesianidad” del Cardenal Amato y su obra como Prefecto de las Causas de los Santos. Lo reproducimos en su totalidad:


REVERENDO DON STEFANO MARTOGLIO SDB VICARIO DEL RECTOR MAYOR SOCIEDAD SAN FRANCISCO DE SALES (SALECIANOS) ROMA

Al enterarme de la noticia del fallecimiento del querido Cardenal Angelo Amato, expreso mi cercanía a usted y a los Hermanos de este Instituto Religioso, así como a los familiares del recordado Purpurado. Agradezco a Dios por el edificante testimonio de este hijo espiritual de San Juan Bosco que durante tantos años se dedicó con fineza humana y generosidad al Evangelio y a la Iglesia. Pienso en su alma sacerdotal y en la preparación teológica con la que sirvió a la Santa Sede, especialmente en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe y en el de las Causas de los Santos. Aseguro mi oración por el alma de este buen y vigilante siervo que, fiel a su lema ‘Sufficit gratia mea’, incluso en los últimos tiempos marcados por el sufrimiento, se entregó a la bondad del Padre celestial. Confío en que, acompañado por María Auxiliadora y por los Santos y Beatos que llevó a la gloria de los altares, sea acogido en el banquete eterno del Cielo y envío mi Bendición a quienes comparten el dolor por su desaparición.

Francisco


Entre los Cardenales Salesianos, especialmente dotados de gran carisma teológico, destaca el Cardenal Angelo Amato, quien deja a disposición no solo de la Universidad Pontificia Salesiana, sino también de los diversos Centros institucionales de estudio y espiritualidad, un gran patrimonio de doctrina y sabiduría con la esperanza de que continúe incidiendo en la vida de la Iglesia y de las Comunidades formativas.


✠ Tarcisio Card. Bertone