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“¡Qué emoción… hace un año el P. Ángel estuvo con nosotros!”
Así comenzamos nuestra celebración comunitaria el domingo 8 de mayo de 2022. Hace justo un año, nuestro Rector Mayor estuvo con nosotros en Turín, en Miguel Rua para celebrar los 100 años de la Obra. ¡Y con él estuvo también el alcalde de la ciudad!
Sí… ¡100 años!

Fue en el verano de 1922 cuando un numeroso grupo de jóvenes, la Unión de Padres de Familia y el Comité de Madrinas, dirigidos por el P. Lunati inauguraron el Oratorio Miguel Rua, con sus salas, la iglesia, el patio, la guardería infantil dirigida por las FMA y la escuela de costura. El edificio fue posible gracias a la ayuda de muchos voluntarios y también al apoyo de muchos benefactores, el primero entre muchos, el Papa Benedicto XV con su generosa donación de 10.000 liras. Desde entonces, la Obra nunca se ha detenido y se amplió inmediatamente después con el Teatro y en 1949 con la Escuela de Formación Industrial, con el fin de preparar a los jóvenes para el trabajo.
En 1958 la Comunidad se convirtió en Parroquia, justo reconocimiento a la labor religiosa y social que los Salesianos llevan a cabo en Borgo Monterosa desde hace cuarenta años; en los años siguientes la Escuela Profesional se convirtió en Escuela Media.

Hogar Salesiano de Monterosa, años 60. Exterior de la sala de juegos

Gracias a diversas aportaciones, y a la voluntad y sacrificio de jóvenes y voluntarios, en los años setenta llegó el Jardín de Infantes, y en 1991 el Secundario y los nuevos campos de fútbol. En 2008, con la preciosa presencia de las FMA, se añadió la Escuela Primaria y se amplió el grupo de los Amigos de Belén y el Taller Mamá Margarita. Tantos caminos se abrieron y aseguraron que los niños y jóvenes del barrio encontraran un lugar seguro y acogedor, incluso durante los tiempos más difíciles, empezando por la guerra, el fascismo… hasta el cierre debido a la pandemia en 2020. E incluso durante el cierre, nuestros Salesianos y FMA hicieron sentir su presencia con reuniones online, cantos en las azoteas y juegos organizados en las plataformas digitales.

Releer la historia de nuestro Oratorio nos da escalofríos… un cobertizo, un patio y un galpón puestos a disposición por un benefactor en un barrio obrero, donde los niños se reunían en las calles en busca de alguien que les cuidara y les quisiera. Fue allí donde los Salesianos decidieron detenerse, para estar en esa realidad tan cercana a la de Don Bosco. Y luego otra vez: el Centro Recreativo de Mamá Margarita, el número de niños aumenta y el techo que ya no es suficiente, la disponibilidad de tantos padres y madres que ofrecen sus habilidades y capacidades.

Hogar Salesiano Monterosa. Equipo de fútbol Bandina, 1952

Todo empezó en 1922 y por eso en 2022 celebramos nuestros primeros 100 años. Ha sido un año precioso en muchos sentidos. Mirar hacia atrás en la historia y ver cuántas similitudes hay entre el pasado y nuestra vida cotidiana nos ha dado un maravilloso impulso de entusiasmo. Hoy, como entonces, los niños buscan a quienes puedan quererlos, a quienes con su presencia diaria puedan darles testimonio de lo importantes que son, de lo valiosos que son. Y así, en Miguel Rua tenemos el Jardín de Infantes, la Primaria y la Secundaria; tenemos el Teatro y el Polideportivo; tenemos la Guardería en colaboración con los Servicios Sociales de la Ciudad de Turín; tenemos la Catequesis y los Grupos Formativos. Tanto para jóvenes y adolescentes, pero también tanto con y para las familias: Grupo Familia, Baby Rua, Jóvenes Esposos, Grupo Evergreen, Taller Mamá Margarita y Amigos de Miguel Rua.

Una realidad así funciona porque quienes pasan por ella la viven como un Hogar, como su Comunidad. Y por eso, con ocasión del Centenario, la Comunidad Educativa Pastoral ha decidido emprender un viaje sinodal, leyendo el territorio y analizando las necesidades para intentar juntos dar respuestas y ofrecer propuestas a los muchos jóvenes que hoy cruzan el umbral de nuestros patios.

Un camino, el del Centenario, que, con los pies bien plantados en el presente y la historia del pasado clara en nuestras mentes, nos ha interrogado sobre el futuro. Identificamos las palabras clave de nuestro ser en este barrio y decidimos dejarnos guiar por: familia, acogida, trabajo, formación, evangelización y juventud. En torno a estas piedras angulares, sentamos las bases para recomenzar y volver a encarrilarnos todos por el bien de los jóvenes que pasan por la puerta del Oratorio. En el “nuevo” Miguel Rua hay ahora un Maker Lab de sastrería, carpintería, robótica y videomaking, donde los niños y los jóvenes pueden tener una experiencia de taller, para aprender haciendo. En los talleres instalados en la primera planta, voluntarios experimentados ofrecen su tiempo para ayudar a los niños a expresarse, intentando trabajar juntos sobre un trozo de madera, con el pirograbado o la sierra para metales, o sobre un trozo de tela con aguja e hilo. Pero eso no es todo: también hay clases al aire libre para nuestras escuelas y un huerto educativo que ofrece judías verdes y tomates a los niños que se turnan para cuidar sus plantones.
En un barrio multiétnico y diverso como el nuestro, la prioridad siempre han sido las familias más pobres, y por eso, con nuestra parroquia, además de los habituales servicios de caridad para pagar las facturas del gas u ofrecer una bolsa de la compra, nacieron dos nuevos proyectos importantes: Amico Click, para ofrecer herramientas útiles a quienes tienen dificultades para entrar en el mundo digital, como crear un correo electrónico o reservar cita con el médico por Internet, y Amico Speak, para que todos los recién llegados puedan conocer y utilizar bien la lengua italiana.

Y, con el impulso del Centenario, no nos hemos detenido en reinventar el hoy; estamos en marcha para el futuro próximo. Estamos replanteándonos cómo reestructurar los locales del antiguo Bocciofila (Club de Bochas), en desuso desde hace tiempo, para ser una presencia cada vez más activa en la zona, que responda a las necesidades actuales. Nos gustaría retomar la idea de 1949 de la “Puesta en marcha industrial” y estudiar un Centro de Trabajo moderno para los jóvenes que no pueden seguir itinerarios estructurados y continuos; nos gustaría estar ahí para todos los niños que no logran “encajar” en la escuela, en particular debido a los efectos que dejan en ellos los periodos de encierro, y crear así un centro extraescolar profesional que ofrezca métodos de estudio, acompañamiento a las familias y servicios individualizados. Y, como quería Don Bosco, estamos decididos a relanzar todas las actividades relacionadas con nuestro teatro: música, danza, interpretación. Empezaremos poniendo en escena un nuevo musical que entusiasmará a los niños y sacará a relucir sus talentos.

Hoy en día en nuestros patios hay más de 100 niños jugando todos los días, tenemos más de 500 niños inscritos en actividades deportivas y 200 en actividades de formación oratoriana. Tenemos los grupos infantiles de catequesis y al menos 50 niños a la semana que vienen a las actividades extraescolares. Tenemos más de 520 niños inscritos en nuestras escuelas y 20 que acuden diariamente a nuestra guardería. Cuando nos reunimos para comer en la Fiesta de la Comunidad, preparamos más de 500 platos de polenta y estofado… y luego muchos inscritos en el Verano de los Niños, campamentos de verano a la orilla del mar y en la montaña.
Todo esto es posible gracias a los Salesianos y a las Hijas de María Auxiliadora que están allí incansablemente, cada uno sirviendo con su faceta y su disponibilidad. Gracias a los innumerables animadores, voluntarios que viven en nuestros patios como si fueran su propia casa y nunca faltan para realizar los más diversos servicios.

Hogar Salesiano Monterosa. Actividades con los chicos, 2023

Gracias a los empleados que creen en su vocación y no cruzan el umbral sólo para hacer su trabajo. Gracias a las instituciones locales que aconsejan, sugieren y crean redes.
Gracias a los numerosos benefactores que no dejan de apoyar los numerosos gastos. Gracias a las familias que siguen creyendo en la alianza educativa que puede crearse entre adultos por el bien de los niños. Gracias a los que nos han dejado pero que siguen velando por nosotros y vigilando nuestras actividades.
Sobre todo, gracias a María Auxiliadora, Santo Domingo Savio, Don Bosco y la Madre Mazzarello que nos guían, nos bendicen y nos colman de gracia.

Con motivo del centenario, pedimos a los que habían pasado por aquí que nos contaran un trozo de su vida en el Miguel Rua, y llegaron 100 hermosas historias, llenas de emoción y pasión. Pues bien, en todas ellas está el recuerdo de algún, sacerdote, religiosa, animador, catequista… que ofreció un trozo de su vida por los demás en nuestra Obra. Por eso Miguel Rua es así, una presencia viva en el barrio de la Barriera di Milano.

Volviendo a la primera frase de nuestra historia, el domingo celebramos la Fiesta de la Comunidad en el 101 aniversario de la fundación de la Obra, y, como dijo nuestro Inspector, tenemos mucho que celebrar de nuevo… y como el dálmata del cuento de Walt Disney, cargados y entusiastas, ¡partimos a la CARGA de los 101!

Una volontaria.